¿Nunca has oído eso de olvido las penas bebiendo alcohol?
Bien pues, salir un Viernes de fiesta cuando has estado toda la semana amargada no viene mal, con una botella de ginebra, pero a parte de eso, cuando tienes a una persona que te está preguntando todos los días como estás, que sabes que se está preocupando por todo lo que te pasa... porque lo estás sintiendo. Sientes que hay cosas que de verdad merecen la pena, y que a veces lloras por otras que no son realmente tan importantes, pero pese a todo, llévate tu botella en el hombro, y dale la mano a tu mejor amiga, e iros corriendo dónde nadie os vea, dónde la policía no os vigile, dile lo mucho que la quieres mientras te acabas el culo de la botella, porque los borrachos nunca mienten.
Rebeca Milla Martínez, gracias hermana.
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