martes, 16 de octubre de 2012

Aprendí que los amores eternos pueden acabar en una sola noche. Que grandes amigos pueden volverse grandes desconocidos. Que el amor no tiene la fuerza que imaginé. 

Que nunca conocemos a una persona de verdad.
 Que todavía nunca inventaron nada mejor que al abrazo de mami. Que el "nunca más" nunca se cumple y el "para siempre" siempre termina.

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