Vale que sí, que todas las adolescentes somos iguales, siempre que nos preguntan decimos que ya no nos importa, que todo está olvidado y que ¿como lo vas a seguir queriendo? pero luego llegas a tu casa, y te tiras toda la puta noche llorando, sin saber por qué y como... pero lo peor de todo es que cuando te despiertas a la mañana siguiente recuerdas el sueño que tuviste esa misma noche, y que casualidad, siempre es el mismo protagonista... y es ahí cuando te das cuenta de las cosas, de que solo pasan una vez, y de que desperdiciaste la oportunidad de ser feliz, porque tan solo eras una niña...
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